Antonio Pampliega

La siguiente pregunta era...

Vale, nos han secuestrado, pero ¿y quién nos tiene?

Esa era la gran pregunta que nosotros nos estuvimos haciendo los primeros días de secuestro, porque buscábamos logotipos e intentábamos entender cuál de los dos grandes grupos, Estado Islámico y Al-Qaeda, nos tenía.

Entonces, era el mayor miedo que teníamos en manos de quién habíamos caído.

Pues mira, en total secuestraron a tres, a los tres periodistas españoles, a José Manuel López, Ángel Sastre y a mí, y después también cogieron de rehenes al conductor y al traductor, que al final los acabaron soltando, pero nos llevamos, se llevaron a los cinco, a las cinco personas que iban en el coche.

Pues mira, nos sacaron de la ciudad de Alepo y el primer punto donde nos dejaron fue Calderón,

Pues podría decir como a 15, 20 minutos a una especie de nave abandonada.

Allí cuando se bajó, se paró la furgoneta y nos sacaron, vimos que eran unos 20, 25 hombres, todos igual, vestidos de yihadistas, que tenía ahí su pequeña base.

Nos fueron quitando pasaportes, cámaras, la cartera, todo lo que teníamos y nos fueron metiendo en una celda, en una celda común en la que estuvimos cerca de un par de horas.

Nos hicieron un primer interrogatorio y de ese primer interrogatorio a los tres españoles nos sacaron para llevarnos a una casa, que permanecimos en esa casa pues una semana más o menos.

No volvimos a saber nada más ni de Usama, que era el traductor, ni de Hamza, que era el conductor.

En total pasamos por cinco casas.

En los 299 días pasamos por cinco casas.

La primera semana estuvimos en una, encerrados sin salir de lo que era el salón.

De esa casa nos llevaron a una segunda vivienda que era unos baños.

donde entraban solamente tres colchones para que la gente se haga una idea del espacio tan reducido.

Ahí estuvimos un mes y después, para mediados más o menos de agosto, nos movieron a una tercera casa donde permanecimos más o menos un mes y medio hasta octubre.

Y en esa tercera casa, bueno, pues el trato...

era bastante correcto los tipos que nos tenían que eran cinco iban sin ningún tipo de máscara ni ningún tipo de pasamontañas al contrario eran bastante entre comillas obviamente afables y bueno pues ahí estábamos ahí pasamos el tiempo a la espera de a ver cómo se solucionaba o se iba solucionando lo que era nuestro secuestro y después ya en octubre ya la cosa cambia y a mí me separan de mis dos compañeros y yo estoy

Bastante mal, sí, bastante mal.