005 ¿Qué me ha desmotivado y qué hacer en esos casos?

A veces la responsabilidad familiar y los compromisos económicos no son suficiente combustible para levantarte de la cama, arreglarse, ir a la oficina, llegar y hacer el trabajo con gusto, con calidad, con el deseo de llegar más allá de lo que dice la descripción de puesto, el un plan anual o el programa de trabajo de mis tareas asignadas. Esto normalmente viene ligado a que el entorno en el trabajo situaciones desfavorables . Quizás las personas a mi alrededor generan ambiente pesado, lleno de quejas, reclamos, insatisfacciones; quizás hay problemas en la relación con mi jefe . Hay mil factores externos que pueden mermar nuestro ánimo y que esto se vea reflejado en el cumplimiento de nuestras responsabilidades. Aquí van unos ejemplos de las veces que he pasado por esto: Junior: Que te asignen trabajos en los que no te explican o te medio explican y cuando entregas el resultado, ahí sí te revisan minuciosamente y te encargan un montón de correcciones al grado de que casi casi tienes que volver a hacer el trabajo. Lo más fácil es autoconsolarse y echarle la culpa a quien asignó la tarea y no dio las instrucciones precisas de lo que se tenía que hacer. Sin embargo, algo que ayuda y es de más valor, es preguntar dónde puedes encontrar más información al respecto, investigar de lo que te están encargando para tener más contexto y hacer muchas preguntas para tener más posibilidades de cumplir las expectativas de tu trabajo y además sentirás que estás aprendiendo más, Senior, Coordinador o Jefatura: Tener que realizar una gran cantidad de trabajo, hay días donde supervisas los proyectos y te das cuenta que están incompletos y hay que retrabajar; además hay tareas que el tú personalmente debes ejecutar, preparar informes detallados y ejecutivos, reportes de tiempo, cumplir con capacitación, etc. En estos casos lo mejor asimilar que todo lo que haga y deje de hacer me va a alcanzar en algún momento para bien o para mal. Si el trabajo de mi equipo no es lo que esperaba, ¿será que la asigné a la persona adecuada? ¿expliqué bien el el objetivo a cumplir?  ¿estoy a las carreras porque fui postergando algo que debí hacer hace tiempo? ¿estoy haciendo las cosas de la manera más eficiente? es recomendable mejorar nuestra planeación y organización. Gerente/subdirector: El plan de trabajo se ve impactado por “urgencias”, problemas de la empresa, del área, de tu equipo y de tus propias responsabilidades. Un buen consejo es distinguir los riesgos relevantes, los controles clave y las actividades esenciales para el negocio. Contar con un equipo de trabajo sólido y bien preparado, aprende a delegar, el trabajo debe salir en equipo, prioriza el trabajo y comunica oportunamente el impacto de las variaciones al plan de trabajo para que los involucrados sepan el estatus y no se afecte la percepción de tu desempeño. Director: Un tema que ha sido retador para mi es mantener la conciencia clara de lo que representan las funciones de control y vigilancia. Éstas áreas son las encargadas de hacer cumplir las reglas, lineamientos, criterios, controles que la misma administración ha definido. Se debe aguantar la presión de las áreas de negocio y ser muy objetivos para plantear puntualmente cuando algo está fuera de los términos establecidos en las políticas y procedimientos. Siempre va a haber una explicación para las excepciones, lo importante es que no las excepciones se vuelvan regla basados en dichas explicaciones. Aquí no hay más que apechugar los golpes, no tomar las cosas de manera personal, mejorar nuestro uso del lenguaje oral y escrito, investigar a profundidad los temas que estamos evaluando sin perder de vista la eficiencia, desarrollar habilidades técnicas y mantener la objetividad y transparencia ante todo. Recuerden que “Juntos podemos promover con más fuerza el valor que generamos en nuestras áreas”.

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