La increíble historia del ácido zaragócico y su segunda vida en la lucha contra el cáncer, con Miguel Reina

¿Qué tendrá que ver el colesterol con buscar hongos junto a un río de Zaragoza? Y, a su vez, ¿qué tiene que ver en todo esto un científico barcelonés que trabaja en California y que acaba de dar con una clave respecto al cáncer? En 1989, dos multinacionales farmacéuticas fueron a Zaragoza a buscar setas y se encontraron un Rolex, metafóricamente hablando. Buscando hongos dieron con un ácido. Y apostaron a que ese ácido, que bautizaron como 'zaragócico', podría ser el santo grial contra el colesterol. Aquel prometedor hallazgo terminó en agua de borrajas. Pero Zaragoza quedó, para siempre, en la nomenclatura química. Charlamos con dos investigadores que tienen patentes sobre el ácido zaragócico y que ven cómo, 32 años después, la molécula podría tener una segunda oportunidad, esta vez en la investigación contra el cáncer y el sistema inmunitario, como ha descubierto Miguel Reina Campos (UCSD), nuestro invitado de esta semana en Tampoco es el fin del mundo.

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