Alejandra (Aleja) - co-host

Así que siempre me acostumbré a celebrar mi cumpleaños a mi manera.

Sería un trabajo muy grande el que uno tiene que hacer con su familia para acostumbrar y meterles en la cabeza que es mi día.

Sería muy complejo.

Para el día que cumplí 24 años andaba soltera y estaba de muy aventurera viajando por mi hermoso país.

Andaba sola de mochilera para ese cumpleaños en Santa Marta, muy relajada, tomándome un coco loco en la playa, bronceándome y disfrutando de la vida.

Veo dos chicos rubios que se ubican no muy lejos de mi sombrilla y después de un rato de mirarnos mutuamente, sin necesidad de decir una palabra y como telepáticamente decimos, entra al mar, entrar al mar a refrescarnos, los tres a la vez.

Después de un rato no muy largo, en el agua se acerca uno, el más lindo, Miguel, y empezó a hacerme la charla.

Eran dos bomberos españoles.

ya caí bombero y español sexy eso grita sexy mucho pelo grita pelo a mi me grita sexy uniforme caballo montado montame caballo caballo pues porque también me recuerda como al policía como eres sodero haces acá ya de todo

Ay no, qué pecado.

Hermoso, eran dos bomberos españoles en sus treintas de vacaciones, muy graciosos y relajados.

Cuando mencioné que estaba celebrando mi cumpleaños sola, empezaron todos emocionados a decir que teníamos que celebrar esa fecha especial, que no podía pasarlo sola y que ellos iban a encargarse de ello.

Yo siempre tomando precauciones como cuidar de mis bebidas o no pasarme de tragos, pero sin desaprovechar esa oportunidad.

No me iba a hacer la marica.

Dos papacitos queriendo celebrar mi cumpleaños.

Oh, sí, señor.

Vamos con toda.

Fuimos a un restaurante muy lindo.

Ordenaron postre con velita y me cantaron el cumpleaños.

Nos fuimos a un bar y bailamos toda la noche.