Alejandra (Aleja) - co-host

Muy caballeros, al final de la noche me llevaron a mi hotel y les agradecí mucho por el rato especial y me fui feliz a dormir.

Pero la historia no termina aquí.

Obviamente intercambiamos contacto y al día siguiente en la mañana me escribió Miguel con un mensaje de buenos días y preguntándome si iría de nuevo a la misma playa.

Y yo pues, ¿por qué no?

Son caballeros, guapos, yo estoy joven, bella, soltera, son dos, pero ¿qué más da?

Nos encontramos ese día e hicimos planes para irnos juntos a La Guajira, a Punta Gallina, el lugar más recóndito de Colombia.

Y sin mucho planear, empacamos y nos montamos a un taxi, a un bus, a un jeep y el carro de un cualquiera, porque solo así se llega hasta allá.

Para finalmente hospedarnos en una ranchería de ese paraíso hermoso que es La Guajira por cinco días.

Sí, grúa, tuvimos un trío amoroso en ese paisaje.

Cinco días.

Cinco días.

Lo hicimos en Chinchilorros.

Bueno, yo conozco como Chinchorros, pero ella puso así.

En la arena, en el agua, en la lancha, en la cabaña del pescador.

No mentiras.

Ellos regresaban a España directo después de esos días y yo seguiría mi viaje de mochilera.

Nunca, jamás tuvimos contacto.

Somos amigos en Facebook, pero con Miguel hicimos un pacto de contactarnos.

Si a los 40 seguíamos solteros y nos casaríamos.

Aún lo tengo en mis contactos de Facebook.