Raúl

¿Qué pasa?

Que a ti a lo mejor te daba una hostia, pensad que el casco te cubría hasta aquí, te dejaba la cara completamente descubierta.

Entonces eso tiene un lado bueno, que es el hecho de que tú tienes visión completa a la hora de pelear, pero el lado malo es que tienes la cara completamente desprotegida.

Y aún por encima, si te dan una hostia con una espada o con un hacha, por ejemplo, en cualquier casco, el golpe te va a recorrer todo el cuerpo.

Te va a temblar el cuerpo.

Vas a sentir la hostia por mucho que tú tengas un casco.

Lo único sí, te ha protegido a lo mejor de que te abra la cabeza.

Pero bueno, y el casco en forma de sombrero era una mierda.

¿Por qué?

Porque la visera te tapaba la vista.

Es como si tú te pones una mano aquí y dices, hostia, yo aquí la mano ya no me la veo.

Pues eso es lo que hacía el casco en forma de sombrero.

Que tenías que pelear así, mirando para arriba, para tener visión completa.

Entonces, el único que valía la pena era el casco en forma de cono, por ponerte uno.

Sin embargo, si tú ahora te vas a las armaduras del caballero, pues sí, es otra cosa.

O sea, eso da gusto, de hecho.

Aunque también tiene un problema muy grande que es el peso.

El peso perjudica bastante.

De hecho, os diré una cosa.

El caballero era el que primero se cansaba en una batalla por el peso de la armadura.