Raúl

Una guerra se podía ganar muchas veces sin que el otro bando se presentase.

¿Por qué?

Por culpa del clima.

Porque como muchas veces estás andando durante dos meses, te ves envuelto en una tormenta gélida y resulta que esa noche todos los caballos mueren congelados.

Y claro, después tú no te puedes quitar tu armadura cuando estás en la caminata.

Entonces, a ver el caballero andando todos los días con 30 kilos en la espalda si es capaz, si no tiene caballo.

O muchas veces los soldados morían congelados por la noche.

O, por ejemplo, llegaban épocas de altas temperaturas.

Y claro, con unas temperaturas altísimas, el gambesón, que lo único que hace es darte calor, aún por encima está haciendo que te mueras deshidratado.

Porque agua para ti no hay.

El agua está para el que se está cociendo vivo en la armadura de hierro.

Claro, es verdad.

Para eso es toda el agua del mundo, porque tiene que sobrevivir el caballero, que se está cociendo ahí vivo, y el otro no tiene agua y se muere deshidratado.

Luego las lluvias.

Como empezase a llevar un montón, a llover un montón, el camino de tierra se convertía en un pantano.

Y de repente los caballos se quedaban atascados, el carruaje con los alimentos no lo daba recuperado y todos los alimentos se quedaban ahí tirados.

Y claro, el barro empezaba a hacer el trabajo de arenas movedizas y muchas veces el caballero...

Ya no daba salida de ahí y te quedabas ahí.

Si los soldados tenían suerte de salir, tiraban una cuerda y a ver si daban sacado por lo menos el caballero.

Y claro, muchas veces la gente ya quedaba allí enterrada.