"Trump aludió abiertamente a las inclinaciones nazis de Merz"

El canciller de Alemania, Friedrich Merz, visitó por primera vez al presidente de EEUU, Donald Trump, en la Casa Blanca. Allí hizo alarde de un despliegue de sumisión total al líder estadounidense, quien lo humilló públicamente. También se vanaglorió de su apoyo incondicional al régimen nazi de Kiev, sobre lo que intentó arrastrar a Trump en vano. Ración de humillación No es lo mismo caer en gracia, que ser gracioso. Queriendo mostrarse servil para caer en gracia, Merz se hincó en directo para el mundo. "Mañana es 6 de junio, es el aniversario del Día D, cuando los estadounidenses pusieron fin a una guerra en Europa", dijo el canciller alemán en un intento de reescribir la historia. Trump replicó: "No fue un día agradable para ustedes. No es un gran día". Entonces, el cinismo brotó de boca del 'káiser' alemán: "Fue el día de la liberación de mi país, de la dictadura nazi", a lo que Trump replicó: "Es verdad". Merz había logrado su objetivo: que Trump lo ubicara en su lugar, en la historia y en el presente. Al respecto, el vicepresidente del Consejo de Seguridad y expresidente de Rusia, Dmitri Medvédev, dio exactamente en el clavo con su análisis de lo que había pasado. Escribió en su cuenta de X: "Merz está en la misma situación que el piojo tifoideo. Trump aludió abiertamente a las inclinaciones nazis del canciller al señalar que el desembarco de Normandía debió ser desagradable para él. ¡Bien hecho! Por un momento, el canciller se sintió como el idiota de Banderita durante su visita al Despacho Oval". "En primer lugar, es una demostración más de ese dicho español de que 'cuando el tonto toma la linde, la linde se acaba, pero el tonto sigue'. El señor Merz evidentemente no es un representante del pueblo alemán, por mucho que haya sido elegido, porque representa los intereses de las potencias extranjeras", subraya el director del Instituto Español de Geopolítica, Juan Aguilar. El analista desarrolla su concepto y señala que "hay una parte de la conversación en la cual Trump saca pecho diciendo que él fue quien detuvo al Nord Stream, y dijo 'aunque no estoy orgulloso de ello porque luego llegó [el expresidente de EEUU Joe] Biden y lo destruyó'. Y el señor Merz ahí callado como un auténtico gusano. Es un personaje absolutamente despreciable". "Quizá lo más escandaloso sea que delante de Trump admita auténticas humillaciones, no a él, que es un 'don nadie', sino que admita humillaciones a todo el pueblo alemán. ¿Cómo que [EEUU] liberaron [a Alemania y a Europa del nazismo]? ¿Qué liberaron? Liberaron lo que los rusos dejaron que liberara, porque cuando las fuerzas aliadas llegan a cruzar el Rin, los rusos ya están a las puertas de Berlín. ¿Quién protagoniza la batalla de Berlín? Que no mientan más. Tener que escuchar este tipo de cosas abochorna", se indigna Aguilar.

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