No consigo adaptarme a la escritura digital

Cuesta describir la sensación de notar cómo se desplaza la punta metálica del nib sobre un buen papel dejando un bello trazo. Resulta tan placentero. Todo lo que rodea al uso de una estilográfica, desde la elección de la tinta al llenado de su depósito, representa un ritual Hay que reconocer la presencia de la ingeniería y la tecnología detrás de las últimas herramientas de escritorio. No deja de sorprender la capacidad de regular el flujo uniforme de tinta, su velocidad de secado adecuada o incluso, si de lápices hablamos, de sofisticados mecanismos que dotan de una suave suspensión a una finísima barrita de grafito de décimas de milímetro. Qué decir de su capacidad para asomar progresivamente el trocito de carbón en función de cómo se va consumiendo Soy Lorenzo Morillas, elAlmirante en la Ysla de los Macníficos, y si en el #podcast del mes pasado reflexionaba sobre las contradicciones que me genera mi pasión por los relojes analógicos frente a la imparable industria del Smart Watch, en esta ocasión enfrento la atracción que siempre he sentido por todos los objetos de escritura, especialmente por la pluma estilográfica, frente a la cada vez más pujante oferta de aparatitos de escritura digital. Escritura digital: oferta creciente No sé si es una moda pasajera, el futuro que cada vez se hace presente con más insistencia, o una realidad, pero lo cierto es que cada vez tenemos más a nuestro alcance productos que conforman la escritura digital. Tecnología cada vez más avanzada y de la que os indico algunos productos: Kindle Scribe de Amazon (el más moderno que he encontrado) Remarkable y Remarkable 2 (que tienen ya unos añitos) iPad y su inseparable Apple Pencil (archiconocido) Kobo (otra opción) ¿Se impondrá alguno de estos modelos? El Kindle Scribe llega con fuerza, ¿acabará siendo el referente? Os reconozco que mi experiencia de escritura sobre una pantalla de tinta electrónica a día de hoy es nula. Lo he intentado en alguna ocasión, incluso he probado a tomar alguna nota, a realizar algún dibujo, a subrayar. Pues no, si os digo la verdad, reconozco que no ha llegado a enamorarme. Por ello me siento un poco anticuado, pero ¿qué queréis que os diga? Os aconsejo escuchar el #podcast porque ahí reflexiono más ampliamente sobre todo esto, de manera más o menos profunda, y pese a mi actual escepticismo ante la escritura digital, veo un cierto rayo de luz en el Kindle Scribe: ha encendido una lamina en mi cerebro que me ilusiona. ¿Cómo lo veis vosotros? Aquí lo dejo para que nos sigamos escuchando en el #podcast. Aunque aprovecho la ocasión para traeros a la memoria que vuestro feedback nos ayuda a mejorar, y cualquier idea o sugerencia para tratar futuros temas son siempre agradecidas y bienvenidas. Mis mejores deseos para el mes.

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