Manu Carreño
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Pero sí que ha puesto el énfasis en más agresividad, lo ha repetido varias veces en la rueda de prensa, de que le pide al equipo más agresividad, más intensidad, un poquito en la línea de Eric García, que si quieres competir contra estos equipos que van como aviones, o tratas de igualar energía, piernas y fuerza, o te pasan por encima como se ha demostrado.
Lo digo porque ha hecho Maresca, que hemos oído con Ricardo Sierra cuando ha dicho no, sabíamos que había que insistir, que iban a facilitarnos ocasiones y que de las, por no decir, de las 10 que se nos van a presentar al final hay que aprovechar alguna.
O sea, los equipos saben que con este Barça, con ese estilo y con esa defensa que ya todo el mundo se sabe de memoria, pues si el Barça está acertado de cara a puerta te va a matar, pero como no esté acertado de cara a puerta tú le vas a hacer varias ocasiones como le ha hecho hoy el Chelsea, ¿no?
Hoy el Barça no ha estado acertado en el área contraria y atrás sabe que al rival le va a conceder siempre.
Lo ha dicho Maleska, sabíamos que las ocasiones nos iban a llegar.
Pero oye, el estilo del Barça pasa, entre otras cosas, por instalarse en campo contrario y generar.
Hoy el Barça en la primera parte, un remate.
Y el Chelsea ha hecho 7.
Este Barça que prefiere ganar 4-3, 3-2, 4-5, que no le importa, claro, para eso tienes que estar atinado arriba y generar arriba, ¿no?
Y defender tu estilo.
Y hacerte singular en tu estilo.
Porque la pregunta es, ¿nos ha sorprendido el Chelsea o lo hemos visto previsible?
Es previsible.
Responde justo a los pronósticos que hacían nuestros especialistas de fútbol internacional.
Tanto Bruno como Axel te decían, bueno, ojo porque la tocan a la primera, te atacan el espacio, velocidad, intensidad, las faltas, la presión…
Bueno, responde a la expectativa.
¿El fútbol del Barça hoy da respuesta a la expectativa?
Para mí no.
Hemos tenido mucho Chelsea y poco Barça.
Y lo que tiene que hacer Hansi Flick es ver qué pasa en estos partidos gordos, grandes, contra equipos potentes, tiene que afinar su estilo para encontrar el antídoto.