Democracia occidental, auténtica dictadura: Europa, un casino para la timba del Occidente globalista

La campaña del partido gobernante de Rumanía y todo el Occidente colectivo han quedado al desnudo. Tras denunciar injerencia de Rusia en las recientes presidenciales de ese país, la Agencia Nacional de Administración Tributaria de Rumanía descubrió que dicha interferencia a través de TikTok fue financiada por el propio partido gobernante rumano. Occidente ya ni disimula La campaña electoral del candidato presidencial independiente Calin Georgescu en la red social TikTok fue financiada por el Partido Nacional Liberal Rumano [PNL] y no por Rusia, informó el portal de periodismo de investigación Snoop. Algo que descubrió la Agencia Nacional de Administración Tributaria de Rumanía. El hecho fue confirmado a Snoop en conversaciones y correspondencia con Kensington Communication, la empresa que el gobernante PNL contrató para guionar la campaña. Al respecto, el portal Solid News escribió que los liberales querían colocar a su candidato Nicolae Ciuca en la segunda vuelta de las presidenciales aumentando la popularidad de Georgescu. Decidieron recurrir a esta medida porque el candidato derechista, en su opinión, restaría algunos votos al líder de la Alianza para la Unión de los Rumanos, George Simion, cuyo índice de aprobación crecía fuertemente en ese momento. En este sentido, hay que recordar que a principios de diciembre Georgescu había calificado como "golpe de Estado" el fallo del Tribunal Constitucional de Rumanía que anuló los resultados de la primera vuelta electoral, la que ganó con el 22% de los votos. "Estamos ante un ejemplo de la caricatura de eso que se llama democracias occidentales. Es muy interesante comprobar que una vez que sabemos la verdad, que precisamente el partido prooccidental en el Gobierno se inventa una marca B con un discurso perdedor, porque ser prorruso es teóricamente es un discurso perdedor, dado el monopolio de la información en Occidente, y un candidato B con un discurso perdedor, al final resulta un candidato ganador y tienen que anular las elecciones porque les salió mal la jugada", explica el analista internacional Carlos Martínez. "En todo caso, los medios de comunicación dominantes [en Occidente] no se han hecho eco, ni se harán eco de esta noticia, porque realmente desmonta todo el andamiaje ideológico en el que se basan las elecciones teóricamente libres de Europa occidental", apunta el experto. Entretanto, la presidenta saliente de Georgia, Salomé Zurabishvili, ha dado a las autoridades una semana para convocar nuevas elecciones parlamentarias. Durante su intervención en un mitin en Tbilisi, Zurabishvili insistió en que la fecha de los nuevos comicios debe acordarse antes del 29 de diciembre. Así, llamó a las autoridades mantener conversaciones en el palacio presidencial, pero dijo que el tema de discusión "sólo puede ser uno: cuándo y cómo convocar elecciones". "Hasta el día 29, todos tenemos una gran oportunidad de sacar adelante este país, para que se convierta en un ejemplo de democracia, reconciliación y progreso en todo el mundo. Espero una respuesta", zanjó. "Esa actitud [de Zurabishvili] es delito en Georgia, en Francia, en Alemania, en España, en Italia, y es algo que es inasumible: una persona que ha perdido las elecciones, querer mantenerse en el Gobierno con el apoyo decisivo de fuerzas extranjeras. En este caso no estamos hablando de la injerencia rusa, estamos hablando de la injerencia de las instituciones de la Unión Europea y de EEUU. Como tiene este apoyo mediático y de los matones del imperio, pues se quiere mantener allí a toda costa. Pero me imagino que prevalecerá la institucionalidad y la democracia", concluye Martínez.

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