EEUU negó implicación en asesinato de Kirílov, algo que Zajárova sentenció como "ridículo"

Al referirse al asesinato del general ruso Ígor Kirílov en Moscú, el portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Matthew Miller, declaró que Washington no apoya ni facilita tales actividades. Una afirmación a la que reaccionó la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, quien la calificó de "ridícula". Las certezas de Moscú "No es algo en lo que estuviéramos involucrados", espetó Mathew Miller sobre el asesinato del jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia, Ígor Kirílov. "Resulta ridículo oír a quienes crearon el régimen de Kiev, lo patrocinan, le dan dinero y le suministran armas, afirmar incontroladamente su pseudoinocencia. La prueba es clara: Washington no ha condenado ni una sola vez un solo atentado terrorista cometido o asesinato planificado por el régimen de Kiev", recordó Zajárova. "La investigación establecerá los detalles: quién mató, quién lo ordenó. Solo que ahora ya está claro, hay una tercera categoría de criminales: quién estimuló y quién alimentó. Todos los que celebran los atentados terroristas o los silencian deliberadamente son cómplices. Y el silencio de la Secretaría General de la ONU es un claro signo de venalidad", concluyó Zajárova. El doctor Enrique Refoyo, analista internacional, observa que este tipo de atentados terroristas de alto perfil es lo que buscan los enemigos de Rusia en el plano propagandístico. "Esto es lo que necesitan para decir que están haciendo la guerra", sentencia el experto. Asimismo, Refoyo llama la atención a que Kirílov "era una persona muy incómoda en Occidente". En tanto, el autor de este atentado terrorista ha reconocido que lo hizo por encargo de los servicios especiales de Ucrania, según un video de interrogatorio publicado por el Servicio Federal de Seguridad [FSB, por sus siglas en ruso]. El ciudadano originario de Uzbekistán, quien fue detenido por agentes del Comité de Investigación ruso, en cooperación con el FSB y el Ministerio del Interior de Rusia, reveló cómo actuó al llegar a la capital rusa. "Llegué, me compré un 'scooter' y unos meses después llegó el material para la bomba. [...] Luego se preparó todo y se puso cerca de la casa del general [Kirílov]. Y cuando salió de la casa, apreté el botón", relató con frialdad el individuo.

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