Chuck Smith - Estudios Biblicos - VerdadesdelCalvario.com- 42 Luc 16.19-18.01
Chapter 1: What is the main topic discussed in this episode?
Hola amigos, ¿cómo están? Es un privilegio para mí estar con ustedes nuevamente, disfrutando estos momentos con la Palabra de Dios para hoy. Si ya encontró el pasaje que citaba Esteban, tiene su Biblia allí a la mano, le invito a que me acompañe en la lectura. Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino fino y hacía cada día banquete con esplendidez.
Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquel lleno de llagas y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico, y aún los perros venían y le lamían las llagas. Aquí tenemos un marcado contraste de estilos de vida. Un hombre rico, viviendo suntuosamente cada día,
Allí a su puerta, un pobre mendigo, cubierto de llagas, esperando y buscando comer las migajas que caían de la mesa del rico y los perros venían a lamerle las llagas. Algunos han dicho que esta es una parábola. Pero mire, Jesús no dijo que fuera una parábola. Yo no pienso que esto sea una parábola, porque en todas las parábolas nunca se le da nombre a las personas.
En esta historia la persona es nombrada, Lázaro, el pobre. El que no es nombrado es el rico. El versículo 22 nos dice, Aconteció que murió el mendigo y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham, y murió también el rico y fue sepultado. Yo quiero que note algo. No dice que el pobre fue enterrado. En aquellos días cuando los pobres morían,
simplemente se les arrojaba en el valle de Tofet, a la Geena, el valle que está fuera del monte de Sion, el valle de Ginón, donde echaban los desperdicios de la ciudad. Allí había fuego constante encendido en ese valle de Ginón.
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Chapter 2: What is the significance of the story of the rich man and Lazarus?
Ellos simplemente cremaban los cuerpos, los arrojaban al fuego en las montañas de basura y no enterraban a los pobres. Así que el pobre murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. El rico también murió y fue enterrado. Y en el infierno, el Hades, alzó sus ojos estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham y a Lázaro en su seno.
Entonces él, dando voces, dijo, Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo, «Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males. Pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.
Además de todo esto, una gran cima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros no pueden, ni de allá pasar a acá». Entonces le dijo, Te ruego, pues, Padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento.
Mire, Jesús está enseñando aquí en cuanto al Hades, el cual es traducido en la mayor parte del Nuevo Testamento con la palabra infierno, un lugar que se localiza en el centro mismo de la tierra.
Cuando ellos pidieron a Jesús una señal, Jesús les dijo, «La generación perversa y adúltera demanda señal, pero no le será dada excepto la señal del profeta Jonás, porque como estuvo Jonás tres días y tres noches en el vientre del gran pez, así el Hijo del Hombre estará en el corazón de la tierra».
Así que Jesús localizó a este en el corazón de la tierra, porque se nos dice que Jesús descendió al infierno cuando Él murió. Pero Dios le ha dado esta promesa. Porque no dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que tu santo vea corrupción. Pedro dijo que Dios cumplió esta promesa y no dejó su alma en el infierno ni permitió corrupción.
que Jesús viera corrupción, sino que a este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos, decía Pedro en el libro de los Hechos, capítulo 2, versículos 27 al 32. Pedro en Hechos, capítulo 2, da testimonio de la resurrección de Jesucristo en su mensaje. Más tarde, el apóstol Pablo, escribiéndole a los Efesios, dice,
En el capítulo 4 de su carta dice, subiendo a lo alto llevó cautiva la cautividad y dio dones a los hombres. ¿Y eso de que subió qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? El apóstol Pedro nos dice que él descendió a predicar a las almas que estaban en prisión que en algún tiempo fueron desobedientes.
Así, conforme a las Escrituras y de acuerdo a la enseñanza de Jesús aquí, antes de la muerte y sepultura de Jesucristo y la subsiguiente resurrección, el Hades o infierno, un lugar en el centro de la tierra, estaba dividido en dos compartimentos.
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Chapter 3: How does the concept of Hades differ from traditional views of hell?
Entonces usted le dirá, sí, te perdono. Todo debería ser así. Pues dice el versículo 3, y si se arrepintiere, perdónale. Ahora bien, No dice nada la Biblia acerca de si él no se arrepiente. ¿No es así? ¿Debe usted perdonarle si él no se arrepiente? Mire, yo no lo creo. ¿Dios perdona a un hombre sin arrepentimiento?
Yo no conozco de ninguna instancia donde Dios haya perdonado a una persona sin arrepentimiento. De hecho, Jesús dijo, a menos que os arrepintierais, pereceréis. Así que el arrepentimiento es necesario para el perdón. Si yo voy a ser perdonado, debo arrepentirme. Dios no le perdonará a usted, estimado oyente, si usted no se arrepiente.
Por consiguiente, Dios no requiere que usted perdone sin arrepentimiento. Ahora, si la otra persona se arrepiente, Entonces usted tiene aquí la palabra de Dios que dice que usted debe perdonar. El versículo 4 expresa, Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti diciendo, Me arrepiento, perdónale. Gracias, Señor, yo necesitaba esto. Es muy duro, ¿verdad?
Usted es propenso a pensar que esa persona no fue sincera. Solo se está aprovechando de usted. Si siete veces esa persona comete algún acto malvado y rápidamente dice, me arrepiento, me arrepiento, y aún así, si esa persona se arrepiente siete veces el mismo día, yo debo perdonarlo. Yo no puedo hacer esto a menos que el Señor me ayude.
Los apóstoles sin duda pensaban de la misma manera, porque cuando Jesús dijo esto ellos dijeron, aumentanos la fe. Así dice el verso 5, «Dijeron los apóstoles al Señor...» Aumentanos la fe. En otras palabras, ayúdame, Señor, yo no puedo manejar esto.
Entonces el Señor dijo, si tuvierais fe como un grano de mostaza, yo pienso que nosotros muchas veces cometemos un error en esto, pensando en la fe en cantidad. Y pensamos, un grano de mostaza es tan pequeñito, sólo un poquito de fe. Pensamos en ello por cantidades o en medidas. Pero Jesús no dijo que si usted tuviera tanta fe como el tamaño de un grano de mostaza. ¿O sí?
Él no se estaba refiriendo a la medida en absoluto. Si usted tiene fe como un grano de mostaza, podríais decir a este psicómoro, desarraigate y plántate en el mar y os obedecería. Donde sea que yo leo algo como esto me pregunto, Señor, ¿cuánta fe tengo yo? Mire, permítame sugerirle que un grano de mostaza es bastante pequeño.
Y cuando es sembrado en la tierra y germina, cuando esa planta de mostaza comienza a crecer desde la pequeña semilla, comienza a moverse en un sentido especialmente para su tamaño, las montañas de basura por encima de ella que tiene que quebrar y crecer hasta llegar a ser una planta de mostaza, son tremendas. Así que, fe como un grano de mostaza.
Allí está ese principio para la vida de poder mover montañas. En otro momento los discípulos dijeron, Señor, aumentanos la fe. Y tal vez Él sólo les está mostrando cuán pequeña era la fe de ellos. Y este es un patrón, entonces yo debo tomar mi lugar junto a ellos. Yo deseo que el Señor aumente mi fe.
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Chapter 4: What lessons can we learn from Abraham's role in comforting the souls?
El versículo 20 dice, Preguntado por los fariseos cuándo había de venir al reino de Dios, les respondió y dijo, «El reino de Dios no vendrá con advertencia». Aquí la palabra en el griego es una palabra que significa «con una manifestación exterior» o «con un yo exterior». Usted no verá un despliegue exterior del reino cuando llegue al reino en ese momento.
Ni dirán, «Helo aquí o helo allí», porque «He aquí el reino de Dios» está entre vosotros. El reino de Dios está en la vida de cada hombre que se ha sometido al rey, que se ha sometido a Dios como rey. Pero con Jesús allí, el reino de Dios estaba en medio de ellos. Él era una demostración de un hombre sometido a la autoridad de Dios.
En el versículo 22 leemos, «Y dijo a sus discípulos, Tiempo vendrá, cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del Hombre, y no lo veréis. Y os dirán, Elo aquí o Elo allí, no vayáis ni los sigáis». Porque como el relámpago que al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro, así también será el Hijo del Hombre en su día. El reino de Dios está viniendo.
Será como relámpago. Todo el mundo le verá cuando suceda. Pero luego de que Él venga en esa gloria, leemos el versículo 25, nos dice, «Pero primero es necesario que padezca mucho». y sea desechado por esta generación. Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre.
Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca y vino el diluvio y los destruyó a todos. Asimismo, como sucedió en los días de Lot, comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban. Mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos.
¿Qué es lo que está diciendo Jesús, podemos preguntar? El reino del cielo, cuando venga, será como en los días de Noé, será como en los días de Lot. Las personas continuarán en sus negocios, normalmente comiendo, bebiendo, dándose el matrimonio. comprando, vendiendo, plantando, construyendo, así será.
El versículo 29 pienso que es significativo, porque dice, «Mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos». Yo no creo que el juicio de Dios venga sobre la tierra hasta que la iglesia sea llevada de aquí.
No creo que la iglesia vaya a enfrentar la ira de Dios, el período del gran juicio mencionado en la Biblia, conocido como el período de la gran tribulación. Pero creo que Lot es una clásica señal de la habilidad de Dios para otorgar justicia mientras reserva al impío para el día del juicio, como dice Pedro en su segunda carta. Ahora vamos a leer el capítulo 17 de Lucas, verso 30 al 32.
Si usted me acompaña, estimado oyente, si tiene su Biblia a la mano, allí leemos. Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste. En aquel día, el que esté en la azotea y sus bienes en casa, no descienda a tomarlos. Y el que en el campo, asimismo, no vuelva atrás. Acordaos de la mujer de Lot.
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Chapter 5: How does the teaching of Jesus relate to the need for faith?
A mí me resulta interesante que con frecuencia, cuando las personas vienen casi desmayando por un asunto al cual enfrentan, están sin aliento, al final del camino, desesperadas, casi locas, Comienzan a ver teralles, están tan cargadas que comienzan a decir ¡ay, ay! Y tienen problemas, dificultades y demás. Y esa válvula de liberación está que explota.
Ahora uno le dice a ellos, cuando logran una especie de equilibrio, ¿ha orado por esto? Y siente la respuesta, no, no, pero tenemos que hacer algo. No podemos orar. Y eso es exactamente lo que el Señor está diciendo. Debemos orar y no desmayar. ¿Se da cuenta? He encontrado que el Señor no da advertencias que no son necesarias.
Muchas veces cuando advierte el Señor, pienso que es innecesario. Yo le digo, Señor, no me tienes que hablar de eso, ya lo tengo solucionado, Señor. Con todo, es en esta área precisamente donde el Señor me ha dado la advertencia que finalmente termino en problemas porque no he escuchado. No pienso que necesite la advertencia en aquello que Dios conoce.
Él sabe qué es lo que está delante en el camino. Y Él no nos previene innecesariamente ni nos exhorta así. En esta parábola que tiene el fin de que los hombres deben siempre orar y no desmayar es el área en la cual muchas personas tienen problemas. Siempre están desmayando y no orando, simplemente quedan dándole vueltas a la cosa.
Primero, en la parábola no cometa el error de pensar en forma de paralelismo porque Jesús primeramente habla de un juez malvado. Los jueces romanos o aquellos que fueron señalados por el gobierno romano eran notoriamente deshonestos. De hecho, hay una frase griega que significa el juez de honor, pero con sólo un simple cambio. La frase es el juez ladrón.
Así que era muy común, y en el griego clásico usted puede leer con frecuencia este cambio en la frase, en lugar de decir juez honorable ellos decían juez ladrón. ¿Por qué? Porque eran notoriamente malvados. Ellos decían que usted podía comprar a estos jueces con una libra de carne de vaca. Eran hombres malvados y usaban su posición.
Así que Jesús está hablando acerca de esta clase de jueces. Ahora leemos, diciendo, Había en una ciudad un juez que ni temía a Dios, ni respetaba a hombres. Había en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él diciendo, hazme justicia de mi adversario.
Y él no quiso por algún tiempo, pero después de esto dijo dentro de sí, aunque ni temo a Dios ni respeto a hombre, esto muestra qué clase de persona era este juez. Sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo me agote la paciencia. En otras palabras, ella me tiene cansado. Y dijo el Señor, oíd lo que dijo el juez injusto.
Luego Jesús da su lección en cuanto a la oración. Yo le digo, estimado oyente, sea cuidadoso de no caer en paralelismos en esta parábola y pensar que este juez injusto representa a Dios. No es este el caso. Jesús con frecuencia enseñó en paralelismos con marcados contrastes. Y esta es una de esas parábolas, no de paralelismo, pero de un marcado contraste.
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