Asesinatos sin culpable - "Misterios en Viernes" en EDENEX -

Esta semana, Misterios en Viernes se adentra en el territorio inquietante de los casos sin resolver, aquellos enigmas que el tiempo ha intentado sepultar sin éxito y que siguen reclamando respuestas desde la oscuridad. Inspirados por el fenómeno televisivo de Misterios sin resolver —todo un referente tanto en Estados Unidos como en su versión española—, el programa propone un viaje por historias reales que hoy conectaríamos sin dudarlo con el auge del true crime, pero que van mucho más allá del simple relato criminal. A lo largo del episodio, reflexionamos sobre por qué estos casos nos atraen tanto: cuando la lógica se agota, la imaginación toma el relevo, y ahí nacen teorías de conspiración, encubrimientos, experimentos secretos, manipulaciones mediáticas… e incluso explicaciones paranormales o extraterrestres. Son archivos fríos, congelados en el tiempo, que siguen abiertos porque nunca se cerraron del todo. El programa comienza con una de las leyendas urbanas más conocidas del siglo XX: el asesino del gancho. Lo que muchos identifican como un simple cuento de Halloween tiene su raíz en un caso real ocurrido en Texarkana en 1946, donde un criminal nunca identificado aterrorizó a la población atacando a parejas durante las noches de luna llena. Un asesino real que, con el paso del tiempo, se transformó en mito, demostrando cómo la necesidad de explicación convierte el horror en leyenda. Desde ahí, el viaje nos lleva a uno de los crímenes rurales más perturbadores de la historia europea: la masacre de Hinterkaifeck, en la Alemania de 1922. Una familia entera asesinada en una granja aislada, huellas que no regresan, pasos en el ático, un asesino que parece convivir con los cadáveres durante días… y un caso que, más de un siglo después, sigue sin resolución, sepultado entre errores policiales, rumores, sospechosos imposibles y pruebas perdidas. El episodio también se adentra en el terreno de las desapariciones inexplicables, donde no hay cuerpos, ni escenas del crimen claras, ni respuestas. El caso de Joshua Kidman plantea una pregunta tan simple como aterradora: ¿puede alguien desaparecer en apenas tres minutos? Una fiesta universitaria, un trayecto mínimo entre dos edificios y un joven que nunca llega a su destino. Sin testigos fiables, sin rastro físico y con una vida digital llena de incógnitas, su desaparición sigue siendo un agujero negro en la lógica. Misterios en Viernes no ofrece soluciones cerradas ni finales cómodos. Este especial es una invitación a mirar de frente a esos enigmas que desafían a la ciencia, a la historia y a la investigación criminal. Casos que permanecen vivos precisamente porque nadie ha logrado ponerles un punto final. Una noche para viajar por el lado más inquietante de la realidad… allí donde el misterio, sencillamente, se niega a morir. https://www.edenex.es

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