20 años de la Revolución naranja en Ucrania: ¿crónica de un Estado fallido anunciado?

La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, declaró que hace 20 años, el 26 de diciembre de 2004, aparecieron en Ucrania los primeros signos de la crisis que vemos hoy. Añadió que el caos jurídico continuó en el año 2014 con el golpe de Estado y que alcanzó su clímax en 2024, cuando Kiev decidió no celebrar elecciones presidenciales. Zajárova: hace 20 años "aparecieron en Ucrania los primeros signos de la crisis que vemos hoy" Zajárova declaró que, como consecuencia de la "Revolución naranja" organizada por Occidente [distribuyendo banderas naranjas, chalecos y otros objetos simbólicos, la llamaron Revolución naranja], se llevó a cabo una "nueva votación" de la segunda vuelta y, de hecho, una tercera vuelta inconstitucional de las elecciones presidenciales. El caos legal en Ucrania continuó en 2014, cuando se organizó un golpe anticonstitucional, y alcanzó su clímax en 2024, cuando se decidió no celebrar elecciones periódicas del jefe de Estado, sino utilizar "un presidente atrasado". "Cuando estas 'manipulaciones' apenas comenzaron en 2004, pocos analistas reales dijeron que todo esto terminaría mal para Ucrania, no solo en forma de pérdida parcial o total de independencia y soberanía, no solo en forma de daño a las relaciones bilaterales de Ucrania, sino también de sus vínculos con sus vecinos, y que esto podría acarrear resultados fatales. Esto es lo que pasó. El régimen de Kiev se ha convertido en terrorista", sentenció Zajárova. El analista internacional Fernando Moragón explica que Zbigniew Brzezinski, quien fue consejero de Seguridad Nacional del expresidente de EEUU Jimmy Carter, decía, entre otras cosas, que para poder debilitar a Rusia al máximo posible, había que separarla de Ucrania. Según el experto, Brzezinski sostenía que había que hacer todo lo posible para enfrentar a Ucrania con Rusia. "Esto era clave, según Brzezinski, para poder tener una Rusia controlada. Y desde entonces, los sueños de los estadounidenses, tras romper a la Unión Soviética, era romper a Rusia y quedarse con sus recursos naturales", explica Moragón.

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