El panteón de mis suegros

Claro, la muerte es un tema que todos enfrentamos en algún momento de nuestras vidas. No hay escape. Y aunque a menudo en algunas familias o círculos personales tratamos de evitarlo en nuestras conversaciones, es como el gran tema no tocado: sabemos que está ahí, pero preferimos no reconocerlo abiertamente. Sin embargo, me doy cuenta del valor gigantesco atesorado detrás de hablar de la muerte. En mi camino, que mis suegros hayan traído este tema a la mesa, ha sido beneficioso para ir transformando el concepto que he adquirido a lo largo de los años. Además, no puedo mentir, en contexto familiar (padres/hijos/pareja) el conversarlo me ha generado paz y tranquilidad emocional, mental y porque no decirlo, también financiera, además de una profunda admiración por la forma y fondo del cómo lo han hecho, para ellos y para su círculo más cercanos: sus dos hijos y sus familias. En este episodio, te contaré como este tema, en el último mes específicamente, ha aparecido desde diferentes frentes. La muerte me recuerda la fragilidad de la existencia y la importancia de vivir cada momento. Me da la oportunidad para reflexionar sobre lo que realmente valoro en la vida y me invita a cuestionarme, a observarme, a ver mis emociones, mis registros corporales y a abrazarme con mucho amor y respeto a lo que mi ego me proporciona. Para mí “Ego”, y cuando lo menciono, no es algo malo ni de quien huir. Es mi compañero, lo quiero conocer, escuchar y respetar. ¿Cómo apreciar la belleza de la vida mientras estamos aquí y afrontar el inevitable final con más paz interior? Un abrazo profundo mundo Contáctate con Almándome: ⁠Página web⁠ Quiero ser parte de EXPANDIÉNDONOS ⁠Reserva una sesión con Rosanna⁠ ⁠Instagram Rosanna

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