El radiocassette de coche de Antes - Zafarrancho Vilima 232

Esta es, desgraciadamente, la banda sonora que ocasionalmente nos acompaña cuando esperamos pacientemente en un semáforo y aparece un coche de esos que parece se han escapado de la calle Infierno. Vehículos que tienen más dinero invertido en accesorios, o como diría mi padre en chuminás, que en aceite motor. Escuchar música en el coche es uno de los mayores placeres que puede experimentar una persona a la que le guste conducir, y a las que conducen a regañadientes, poner melodía a sus trayectos puede ayudar a calmar la ansiedad de los atascos. Las radios en el coche son casi tan antiguas como el mismo invento del vehículo a motor. La historia de la radio en el coche se inició en 1922, George Frost desarrolló un prototipo de radiorreceptor compacto que podía ser manipulado usando únicamente dos botones giratorios. El invento de Frost se colocó en un Ford Model T, el coche más popular del planeta por aquel entonces, y está considerado el primer vehículo de la historia en equipar una autorradio. El primer dispositivo receptor de radio en el coche que se comercializó con cierto éxito llegó en 1930, el Motorola 5T71 de Galván Manufacturing Corporation costaba entre 110 y 130 dólares, más o menos el mismo precio de algunos de los automóviles que se vendían por entonces. Más o menos lo que pasa ahora. Ahora con las radios con Bluethoot no hay que llevar cassettes, ni cd’s, ni mp3 para escuchar música.

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